Circo, música, teatro y mucho Perú. Esos son los elementos de los que se compone La Tarumba y que, a lo largo de sus 31 años de historia, la ha llevado a ganarse el corazón de muchos.
El inicio de un camino
En el año 1984, el sueño empezó en la calle. Eran épocas en las que se respiraba terror debido a una fuerte guerra interna y es en este contexto, cuando un grupo de artistas reunidos bajo el nombre de La Tarumba decidió dar alegría en las periferias de Lima sin esperar nada a cambio. A Fernando Zevallos y Estela Paredes, fundadores de esta compañía circense, sólo les bastó contar con unos cuantos personajes, baúles, tambores, zancos y un automóvil para meterse al Perú entero en el bolsillo. Espectáculos como “La piedra de la felicidad” (1984), “Amor en Bancarrota” (1985), “La Carcocha” (1986), “¡Cállate Domitila!” (1986) y “Upa la esperanza!!” (1990) mostraban la realidad del Perú a través del humor y los catapultó al extranjero, llevándolos a realizar giras en Latinoamérica y Europa, así como presentaciones en importantes festivales del mundo del circo.
El Circo en casa
Después de andar en locales alquilados e improvisados, La Tarumba consiguió uno propio. Una gran casona ubicada en el distrito de Miraflores en Lima que, implementada con toda la infraestructura, se convirtió en el escenario de sus espectáculos y el lugar donde se formaron otros sueños: los talleres pedagógicos y, muchos años después, la Escuela Profesional de Circo con el objetivo de formar a más profesionales del arte. Aquí se llevaron a cabo montajes como “Kalimando” (1996), “Circo-Rock” (1997), “Maroma” (2000), “Maroma, comedia del arte” (2000), “Sueño de vuelo” (2000) y “Escuela de Payasos” (2002).
El sueño de la Carpa
La Tarumba tuvo su propia carpa en el año 2003. Entre el Comité Consultivo y un elenco de casi 25 personas, se empezaron a planear cada una de las puestas en escena en la que se incluyeron malabaristas, trapecistas, equilibristas, caballos artistas, entre otros. Es así como surgió una etapa renovada en donde el descubrimiento de la identidad nacional y la creación de mundos fantásticos, se convirtieron en su carta de presentación ante los ojos del público. “Itó” (2003), “Infausto” (2004), “Blas!” (2005), “¡Zuácate!” (2006), “Artefajtuz” (2007), “Illuminare” (2008), “Hechicero” (2009), “Landó” (2010) y “Quijote” (2011), fueron los espectáculos elegidos para esta etapa. En el 2012 La Tarumba subió otro peldaño y trajo una nueva carpa desde Italia, la cual no sólo les permitió aumentar su capacidad de espectadores por función, sino que también le abría las puertas a la itinerancia. En esta nueva etapa, se estrena “Clásico” (2012), “Caricato” (2013) , “Gala” (2014) y “Zanni” (2015), espectáculos que no solo han tenido éxito en Lima, sino también en ciudades al interior del país como Arequipa y Trujillo.
Estar Tarumba significa “estar loco”. Y ha sido esa locura la que los ha llevado a seguir trabajando para ser mucho más que un circo. Cada espectáculo busca rescatar nuestra tradición circense y hacer que el Circo prevalezca por muchos años más. ¡Los invitamos a seguir formando parte de este camino!
